Historia y Hábito

HISTORIA

        La Cofradía de nuestra Señora de la Soledad de la ciudad de Palencia, fue fundada en el año 1657, “a devoción de los oficiales de la pluma”, de Palencia, según consta en su “Regla de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad”. Es por tanto, la única penitencial de la ciudad fundada con un eminente carácter gremial. Los once oficiales que en primer momento constituían, se comprometían a pagar “cuatro ducados de entrada para ayuda del adorno de la imagen de nuestra señora de la soledad” sita “debajo de los portales de las casas de la cárcel de esta muy noble y leal ciudad de Palencia”. Parece ser que el lugar en el que estaba colocada esta imagen de Nuestra Señora, se encontraba en los Cuatro Cantones, esquina con Don Sancho, en el solar hoy ocupado por el edificio del Casino. El ingreso en la cofradía, desde el principio, estaba reservado a los oficiales de la pluma, que ejercieran de escribanos y procuradores del número, en las audiencias de Palencia y Adelantamiento de Campos. Salvo estos miembros, quedaba limitado el resto al número de doce miembros más. En el año 1671, se reformó su Regla cuando contaba con más de 50 hermanos, estableciendo en 72 el máximo de cofrades, Con el paso de los años la cofradía fue admitiendo a hermanos de toda condición sumando a día de hoy un total de algo menos de 500

       Una cofradía tan elitista como esta, gozaba de unos ricos caudales, con los cuales pudo comprar en el convenio de San Francisco, una capilla donde celebrar sus propios cultos y guardar decentemente la imagen de Nuestra Señora de la Soledad. No contentos los cofrades con una modesta capilla, aspiraron ha hacer una más grande, en la cual aún se seguía trabajando en el año 1688. En el citado año, el rey autorizó a la ciudad para que contribuyese a la obra con 2.000 reales de limosna. El 16 de julio de 1695, se trasladó la imagen de la Virgen de la Soledad a su capilla. Es posible que esta capilla sea obra del arquitecto palentino Felipe Berrojo Isla.

       El 27 de enero de 1745, la justicia real de Palencia, sacó de la capilla de la cofradía de la Virgen de la Soledad a Andrés de Aguilar, el cual se había refugiado en ella donde se había “acogido a sagrado”.

SEDE CANÓNICA Y DOMICILIO SOCIAL

       La ermita de la Soledad, sede la cofradía del mismo nombre es un edificio del siglo XVII, construido en piedra, formado por una sola nave con crucero ligeramente resaltado, cubierto por bóveda de cañón con lunetos. El crucero se resalta con una cúpula sobre pechinas trasdosada al exterior por un gran chapitel que le da luz al interior.

       A ambos lados y tras el presbiterio se localiza la sacristía y dependencias de la cofradía. Toda la bóveda y cúpula de la ermita se cubren con unas carnosas yeserías de finales del siglo XVII atribuibles al artista palentino Felipe Berrojo Isla. Destacan las yeserías que decoran las pechinas dela cúpula que simbolizan los atributos de la Pasión: La Cruz, la columna y el látigo, los clavos, la corona de espinas, lanza y escalera. La ermita posee dos accesos, uno por la fachada hastial que permite ver el retablo mayor de la misma o bien por la portada del lado de la epístola.

       En el presbiterio se rinde culto en el retablo principal, a la imagen titular de la cofradía. Este retablo mayor realizado en 1814 por Manuel Bahamonde y dorado por Baltasar Fernández, es una discreta obra neoclásica que imita jaspes y mármoles. La imagen de Ntra. Sra. De la Soledad, preside la hornacina central, quedando enmarcada por cuatro columnas corintias. En los intercolumnios estuvieron colocadas las imágenes barrocas del siglo XVIII de San Luis Gonzaga y San Francisco de Paula, que actualmente se han trasladado al ático del retablo.

        Otras obras conservas  en el templo y sacristía son, una pintura copia de Rafael, que representa a la Virgen con Jesús y San Juan, firmada por Gaspar Franco, del siglo XVIII. Un busto de Santa, de madera policromada, firmado en 1759, por Felice Ydalgo y Buenfiglio. En 1833, José Orotel hizo un órgano para realzar los cultos de esta capilla. En el lado del Evangelio se encuentra una pintura del Bautismo de Cristo y en el lado de la epístola una pintura de San Pedro curando a un tullido ambas obras del siglo XVIII. Completan el rico patrimonio de esta penitencial un cuadro de la Virgen de la Soledad de los Mínimos de la Victoria de Madrid, obra anónima del siglo XVII y un cuadro de Cristo Crucificado obra del primer dominico de inicio del siglo XX Fray Secundino Martín.

HÁBITO

      El hábito de los cofrades fue reformado en la primera mitad del siglo XX. Actualmente, es una túnica completa con cola, de terciopelo negro orlada con galón dorado y ceñida por un cíngulo blanco. Capillo negro. Bocamanga y golilla de encaje blanco.

MEDALLA        La medalla de la cofradía va sujeta por una cinta de raso morado. Esta medalla está formada por la representación de la Virgen al Soledad sobre una estrella de doce puntas, rematada, por la cruz.